Piedra pómez y baño de pies
Antes de acostarse, remoja los pies en agua caliente durante 15 a 20
minutos. Luego frota los talones con una piedra pómez, teniendo cuidado
de no maltratar las zonas agrietadas. Poco a poco se irán desprendiendo
las células de piel muerta, revelando una piel más suave. Después
enjuágate los pies y los secas, te pones una crema humectante y te pones
calcetines.
Este procedimiento se repite todas las noches hasta alcanzar los
resultados deseados. De ahí en adelante si deseas conservar los pies
suaves y sin grietas debes usar zapatos cerrados y usar crema humectante
todas las noches.
Tratamiento de parafina
Este es un tratamiento para manos secas pero también se puede usar en los pies. Hay que tener mucho cuidado
porque la parafina debe estar lo suficientemente caliente para que esté
suave pero no tan caliente que te vayas a quemar los pies. Se echan una o
dos tazas de parafina en un recipiente y se le agrega una cucharada de
aceite de coco o aceite de oliva. Se pone a baño maría hasta que se
derrita la parafina. Se revuelve bien para que se mezcle la parafina y
el aceite. Se echa la mezcla en un recipiente grande donde quepan los
dos pies. Debes esperar a que la parte de arriba de la parafina se vea
blanca, eso quiere decir que ya no está tan caliente. No vayas a meter
los pies cuando la parafina esté líquida.
Una vez te hayas asegurado que no está muy caliente, metes los pies y
los dejas por una media hora. A la media hora se quita la parafina.
Crema de aguacate y banano
Para hacer esta crema se tritura la mitad de un aguacate y un banano
pequeño. Se revuelve bien y se unta como mascarilla en los talones. Se
envuelven los pies en papel plástico del que se usa para tapar comida y
se deja unos 20 o 30 minutos y se lava. Se repite tres veces por semana
hasta obtener los resultados deseados.
Exfoliante de limón para suavizar la piel dura
Este exfoliante es para eliminar la piel muerta de los talones que hace
que el pie se sienta rugoso y áspero. Este exfoliante solo se debe usar
si la piel no se ha agrietado mucho ya que si se pone en piel abierta va
a arder mucho.
Para hacer la receta se revuelve media taza de azúcar con un cuarto
de taza de jugo de limón. Se revuelve bien, se humedecen los pies y se
masajean los parches de piel áspera y reseca con el exfoliante en
movimientos circulares. Se lava con agua. Se repite todos los días hasta
que la piel se renueve y quede suave.
Aceite de coco
Varios entusiastas del aceite de coco lo llaman “un milagro para la
piel”. El aceite de coco no sólo ayuda a la piel a retener el agua, sino
que también elimina las células muertas. Además de eso, el aceite de
coco puede ayudar a fortalecer los tejidos debajo de la epidermis. Te
puedes masajear los pies con aceite de coco todas las noches y ponerte
calcetines después para dejarlo actuar toda la noche.
Pasta de papaya para las suelas endurecidas de los pies
Un remedio muy fácil y muy efectivo es triturar un pedazo de papaya y
ponerse el puré en las partes endurecidas del pie. La papaya es un
exfoliante natural y además sirve para sanar la piel y renovarla. La
papaya se puede usar aún si la piel está abierta ya que repara los
tejidos.
Agua de rosas y glicerina
La mezcla de agua de rosas y glicerina es muy popular para suavizar las
manos y también sirve para suavizar los talones endurecidos. El agua de
rosas se puede hacer echando una taza de pétalos de rosa en una taza de
agua hirviendo. Se deja reposar hasta que se enfríe. Después se cuela,
se tiran los pétalos y te dejas el agua. Le agregas dos cucharadas de
glicerina al agua de rosas y te pones la mezcla todas las noches en los
pies limpios. Te pones calcetines encima.
Después de unas tres noches de tratamiento, remojas los pies en una
palangana con agua tibia por unos 10 minutos y con una piedra pómez
raspas la piel dura. Te sigues poniendo la mezcla de agua de rosas y
glicerina por las noches para mantener los pies suaves.
Aceite de ricino
Otra manera de suavizar la piel endurecida en los talones es con aceite de ricino.
Se moja una franelita limpia con aceite de ricino y se pone con un
esparadrapo sobre la parte reseca. Es importante notar que la piel no
puede estar abierta. Si tus pies están tan agrietados que la piel se ha
abierto, no debes usar el aceite de ricino. Las mujeres embarazadas
tampoco deben usar aceite de ricino.
Baño de pies de miel de abeja
Se echa una taza de miel de abeja en una palangana con agua tibia y se
revuelve. Se meten los pies y se dejan por una media hora. A la media
hora se sacan y se raspan las partes de piel endurecida y rugosa con una
piedra pómez. Se enjuagan los pies y se secan bien.
Manteca de cacao
La manteca de cacao es un excelente hidratante y se puede usar para
suavizar la piel de los talones. Todas las noches antes de acostarte te
puedes poner una cantidad generosa de manteca de cacao en las suelas de
los pies.
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